martes, 30 de noviembre de 2010
La autoridá
Tras la pista de Jack
Conocido también como el ‘asesino’ de Whitechapel’ fue buscado entre cirujanos, médicos y carniceros debido a su habilidad para sacar órganos y de cortar el cuello de sus víctimas con un mecanismo que impedía que su sangre no se demarrara sobre él.
Recibió el apodo de ‘Jack the ripper’ por una carta que supuestamente envío, en la que se autodenominaba con ese seudónimo, y que fue difundida por los medios de comunicación. Su identidad todavía es un misterio y sus macabros crímenes han sido fuente de inspiración de libros, historietas, películas (una dirigida por el afamado Alfred Hitchcock), óperas, obras de teatro y hasta video juegos. Existe una empresa que ofrece recorridos turísticos por su vida “y obra”, pero la verdad es que curioseando un poco en internet no es difícil organizar el propio.
A la espera de una buena idea
Sin embargo, desde su cierre en 1980, ninguna administración local ha logrado devolverle la vida. Varios proyectos residenciales se han instalado a sus alrededores, pero no han logrado conectarlo con la ciudad. El alcalde Boris Johnson quiere que sean un foco de atención en los Juegos Olímpicos del 2012, pero expertos como el arquitecto Kieran Long, creen que ya es demasiado tarde y que una decisión apresurada puede destruir una oportunidad de construir algo realmente especial a orillas del Támesis.
Por ahora el Borough de Newman, al cual pertenecen estos puertos, ha lanzado una competencia para desarrollar ideas temporales en ellos, los ganadores no recibirán ningún dinero, sólo el derecho de usar el suelo sin pagar nada a cambio. Los interesados pueden enviar sus propuestas a este correo: sitelife@propertyweek.com
Para Express News, noviembre de 2010
martes, 23 de noviembre de 2010
Esa gente rara de Colombiage
En la mañana del sábado, un músico portugués, Daniel Cerejo, dio unos talleres de percusión colombiana para niños, que según él, les ayudará a separarse de la parte racional de sus cerebros y les permitirá conocerse a ellos mismos. En la tarde, se exhibieron una serie de videos raros, como uno de una viejita dando clases de etiqueta y enseñando qué tan largo debe ser el mantel de una mesa, que según ellos, es una obra de arte, de arte ex-pe-ri-men-tal. Y en la noche, se presentó el grupo ‘Teatro del presagio’ con la obra ‘La oscuridad, la crueldad y la risa’, en la que un violador francés del siglo XV confiesa lo que hizo a cientos de niños inocentes, en la que se echan unos discursos enredadísimos sobre la teoría de la relatividad, en la que se muestra al Papa en plena orgía con sus colaboradores mientras dicta los métodos de tortura que se debían utilizar en la inquisición; una obra que según parece, también es muy artística, muy ex-pe-ri-men-tal.
Lo que es más raro todavía es que a pesar de que era un festival de Colombia todos los eventos fueron en inglés, entre los de la logística había una brasilera, una española y hasta un estadounidense, y los artistas invitados, tampoco eran del todo colombianos. Presentaron la exhibición de Juan delGado, un español enamorado de Colombia y al que le pareció muy artística la Plaza de mercado de Corabastos e hizo una instalación en video sobre este lugar. Llevaron como DJ de la fiesta de inauguración a Nathy Bo, un inglés que es un profundo admirador y un apasionado coleccionista de cumbias colombianas, e hicieron un concierto de la Chiva Gantiva, un grupo inspirado en ritmos del folclor afrocolombianos como el currulao, mapalé y el sanjuanero, pero que tiene un saxofonista ¡vietnamita! ¡Qué gente tan rara!
Landa Acevedo, la directora, dice que precisamente eso es lo que buscan, hacer un collage de cultura y se siente muy satisfecha de que el público de los eventos haya sido mitad colombiano mitad extranjero y que haya sido del interés de intelectuales como el pensador político Phillip Blond, el experto en historia del arte Michael Jacobs, el biógrafo de Pablo Neruda, Adam Feinstein, entre otros. Sandra Tabares, quién coordina la parte de artes visuales del evento, sostiene que así yo piense que ella es muy rara, ella está muy orgullosa de pararse como colombiana y decir “de esta manera yo también coopero a la diversidad de Londres”. Y Johanna Zuleta, encargada de marketing, dice que con esta integración de culturas, Colombiage está ayudando a que los artistas colombianos conozcan otros mercados y se les están abriendo más y más puertas para que difundan su trabajo alrededor del mundo.
Pues sí, aunque esta gente sea tan rara, algo tienen que estar haciendo bien, como para que hace un mes, el afamado Manu Chao haya dado un concierto para recoger fondos para este festival, para que en su segunda edición hayan puesto el ojo en una banda como Bomba Estéreo, que nunca había salido de Colombia, y que dos años después ha recorrido exitosamente Europa, Estados Unidos y hasta Asia. Y para que una de sus charlas haya dado pie al escritor Oscar Guardiola-Ribera para escribir un libro que se atreve a imaginar a los latinoamericanos gobernando el mundo (‘What if latinoamerica rules the world’) que ha sido reseñado por los más importantes periódicos británicos.
De pronto su idea de que Colombia en materia de arte no es para nada subdesarrollada, sea cierta. Quizá esa teoría terca de en que los colombianos tienen mucho potencial pero que no quieren darse cuenta, no sea tan loca. Tal vez su valentía de mostrar también caras críticas y negativas de Colombia no es una mala jugada. A lo mejor son locos como esos nadaistas que hacían exhibiciones de lienzos pintados de negros en Cali o soñadores como lo de la cueva en Barranquilla que sacaron esa revista 'Crónica' que muy pocos leían. Ellos está convencidos de la importancia de Colombiage, y estresados, cansados y hasta enfermos de trabajar tanto ya están pensando en la quinta edición, así haya periodistas, a las que les parece muy rara, esa labor titánica que hacen.
Noviembre de 2010. Para Express News
martes, 2 de noviembre de 2010
El candado del amor eterno
Usted no conoce a Aranit ni a Marina pero ahora usted sabe que ellos se quieren mucho. El pasado sábado, cuando el enorme crucero Silver Cloud se paseó por Londres y miles de locales y foráneos salieron a celebrar el Festival del Támesis, esta pareja puso un candado con sus nombres en uno de los pasamanos del Tower Bridge, cumplieron así con el ritual que miles de enamorados están haciendo desde hace unos años alrededor del mundo, y que en Londres tiene como escenario este imponente puente inaugurado en 1894.
Se dice que la tradición empezó en la ciudad húngara de Pécs, en la década de los 80’s, cuando dos jóvenes pusieron su candado en una cerca de hierro forjado para simbolizar el compromiso del uno con el otro. Otra parejas se les unieron, hasta que ya no cupieron más candados y otros enamorados empezaron a poner los suyos por toda la ciudad.
En este momento el ritual se repite, con modificaciones, en muchos lugares del mundo, en Uruguay, los amantes ponen sus candados junto a una fuente, y creen que eso les asegurará regresar juntos; y en Italia (dónde un escritor popularizó el rito en una novela para adolescentes) se suele arrojar las llaves al río Tiber, (en Roma) en señal de amor eterno. Pero no todos ven con buenos ojos este ritual y lo consideran un acto de vandalismo que van en contra del patrimonio de las ciudades. En Japón, tantos candados hicieron colapsar una cerca; en Roma querían imponer multas; y en París manos desconocidas arrancaron los que había en el Pont des Arts. En Londres, por ahora, el candado de Aranit y Marina pareciera estar a salvo, junto a un centenar más.
Agosto de 2010. Para Express News
¡Que comience la función!
Se acabó el carnaval y poco a poco los días de sol se están yendo, pero esa no es razón para quedarse encerrado en la casa, ir a cine siempre es un buen plan mientras el viento y la lluvia están de pelea de puertas para afuera. En esta materia Londres nunca descansa y ofrece todo tipo de opciones para todo tipo de públicos, como la quinceaba versión del Portobello Film Festival (en la foto) que hasta el 19 de septiembre presentará más de 600 films completamente gratis y algunos de ellos en español. Hacia finales de mes (entre el 24 de septiembre y el 7 de octubre) Ciné Lumière (en South Kensigton) presentará el festival de Cine Español, y del 13 al 28 de octubre viene el Festival de Cine de Londres, el más importante del Reino Unido. Esto sin contar las opciones que los distintos centro culturales tienen durante todo el año, como el Southbank Centre (al lado del London Eye) y el Barbican Centre. Para públicos más especializados y con mayor presupuesto (entre 20 y 30 libras) Londres también cuenta con Secret Cinema, una comunidad que se cita en algún lugar de la ciudad a ver una película de la que sólo se sabe el nombre en el último momento (http://www.secretcinema.org). Se acabó el verano pero la función apenas está empezando.
sábado, 23 de octubre de 2010
La estocada final a ‘The Foundry’
Agosto de 2010. Para Express News
El vuelo del 'London eye'
Agosto de 2010. Para Express News
jueves, 14 de octubre de 2010
Siempre joven
Octubre de 2010. Para Express News
domingo, 10 de octubre de 2010
Detrás de Banksy
Agosto de 2010. Para Express News
Sillas para soñar
Julio de 2010. Para Express News
viernes, 8 de octubre de 2010
Londres en dos ruedas
A los buses rojos y a los taxis negros se les acabó su cuarto de hora con los turistas. Ahora lo in es tomarse fotos en estos estacionamientos azules o Docking Station, que desde el próximo viernes, 30 de julio, señalarán las 6 mil bicicletas que el sistema de transporte de Londres pondrá en alquiler en el centro de la ciudad. Para usarlas es necesario afiliarse, y para esto, se debe ser mayor de 18 años, inscribir una dirección, una cuenta bancaria y aceptar los términos de Barclays, el banco que administra y patrocina este servicio. Cuesta 45 libras el año, 5 una semana, o, 1 por un día. Después de hacerse socio, los usuarios podrán tomar la bicicleta en una ‘Docking Station’, hacer viajes de menos media hora y devolverla en otra Docking Station gratis. Si se quiere usar la bici por más tiempo se tendrá que pagar, adicionalmente, 1 libra por media hora más, 6 por dos horas más y así sucesivamente, por lo que se recomienda que se use sólo para viajes cortos, especialmente porque si hay algún retraso en la entrega se cobrará una multa de 150 libras. Si desea afiliarse o si desea tener más información, entre a www.tfl.gov.uk, sólo se reciben pagos con tarjeta débito o crédito ¿Y usted ya se tomó la foto en las Docking Station?
Julio de 2010. Para Express News
jueves, 7 de octubre de 2010
Y explotó la bomba
Obviamente la mitad del auditorio era latino y le dio indicios a la otra mitad de cómo era eso de “bailá y bailá”. Pero la reacción química la produjo la banda, recién llegada de China y después de pasar exitosamente por varios festivales europeos (esta semana se presentarán en Estados Unidos).
La bomba se demoró en explotar. Se empezó a calentar a las 8:10 p.m. con la brasilera Ceú, que con su zamba, bossa nova, dulce y electrónica, logró que el público la acompañara con las palmas y que uno que otro espectador se parara a bailar. Luego de más de una hora de concierto, la gente ya estaba entrando en calor, pese a que el escenario, de sillas numeradas, escalonadas y rodeado de palcos, no fuera el más indicado para un concierto de música latina.
Cumbia sicodélica
Los que ya conocían a Li, vocalista de Bomba, la esperaron de pie y con unas cuantas cervezas en la cabeza. Vestido púrpura, leggings verdes y botas blancas, la paisana de Carlos Vives empezó a cantar muy dentro de la onda suave de Seú. Confundió a sus seguidores, acostumbrados a verla con una flor en el pelo como una cantadora chocoana, o ‘rapeando’ como una neoyorkina.
Empezó más ‘electro’ que ‘cumbé’, pero eso fue sólo para calentar motores, para sulfurar cabezas europeas, a punta de ‘beats’ y distorsiones. Gritó ¡Colombia! y empezó lo bueno… calor, energía y presión explotaron en este teatro, construido en 1901 y en el que alguna vez se presentó Charles Chaplin. Muy pocos se resistieron a pararse, y aún así, desde su silla, con la cabeza, con las manos, con la sonrisa, respondieron a ‘aguasalá’, ‘cosita rica’, ‘Juana’ y otras canciones del álbum Estalla (Blow up), el segundo de la banda.
“Mitad del mar y mitad del río”, como dice la canción Raza (la tercera que cantaron y la que prendió la fiesta), Bomba Estéreo es un grupo de mezclas: su creador es Simón Mejía, blanco, bogotano, electrónico; y su cantante es Liliana Saumet, morena, costeña y tropical. Juntos han logrado mezclar ritmos del folclor afrocolombiano, como la cumbia, el bullerengue y la champeta, con sonidos electrónicos. El resultado es un ‘booooom’ que vibra con letras que hablan de cosas tan simples de la vida cotidiana del país, como tomarse una aguapanela helada o comerse una panelita de coco, y de otras más complejas como las mentiras de los políticos o la superficialidad de algunas ‘Niñas ricas’.
¿Y que sigue después de una explosión? Pues ‘Fuego’, la canción que por estos días no falta en ninguna discoteca de Colombia, que poco a poco se ha ido expandiendo a los rumbeaderos de latinomérica, y que, cómo quedó demostrado en Londres el pasado jueves, es capaz de derretir las células de hielo del más helado de los europeos.
Julio de 2010. Para Express Newsdomingo, 3 de octubre de 2010
¿Westminster o Westmonster?
Julio 15 de 2010, para Express News
sábado, 29 de mayo de 2010
Guerra de estrógenos
Los vegetales ya estaba cocinados pero ella quiso dejar evidencia de eso que me dijo al poner al letrero. “¿Tú te los comerías? Esa mujer española no tiene ni idea de lo que es cocinar. ¿Tú qué piensas? Es que parecen crudos. Por eso no se vendieron. ¡Cómo ayer sí los vendimos todos” (los había preparado ella misma).
Androulla se refiere a Dina, una gallega, muy mayor, que ha trabajado en el supermercado por más de diez años. El martes, Dina respondería a la afrenta. “Es que ella es muy especial para todo, nada le parece que está bien hecho, pero ven te muestro los quesos que ella cuida”. Dina coge unos trozos de queso emmental suizo , carísimo como todo lo que se vende en este supermercado, cubiertos de moho.
La pelea se repite dos metros más al costado izquierdo de ‘la deli’. En la panadería, Suchilda, una tailandesa de 70 años, ha pedido a uno del os meseros del café que fotografíe con su celular unas tortas que Nina (una rusa súper mamacita de unos 25 años), una de sus colegas, dejó llenar de hongos. El mesero las tomó pero no ha querido entregar las fotos.
miércoles, 26 de mayo de 2010
La satisfacción del deber no cumplido
Ayer tuve otra jornada de 12 horas pero no estuvieron tan duras porque no estaba con la manager assistent en el supermercado. Su nombre es Androulla y aunque nació en Inglaterra se le nota a kilómetros que es griega. Sus padres son de Grecia, y se la llevaron para allá siendo una bebé y allá vivió hasta los 14 años, cuando regresó a Londres. Es la mujer que uno quisiera encontrar en el lugar donde compra la comida. Caderas anchas, manos pompitas, cachetes redondos y rosados, su cuerpo tiene todas las señas de que esta mujer sí sabe qué es comer bien.
Sin embargo, trabajar con ella, si uno no tiene las destrezas necesarias, como yo, puede ser una pesadilla. Es psicorígida con la limpieza y con una cosa que a mí me fue negada: la estética. ¿Por qué me tenía que tocar una jefe como ella? A mí, precisamente que siempre perdía manualidades en el colegio, que mi papá me hacía los trabajos de dibujo técnico, que podía sacar mala calificación en un trabajo final del colegio por recortar y pegar a la verraca las figuritas que lo decoraban.
No, yo no tengo la capacidad de pasar una ensalada de un plato a otro sin que quede regueros en los bordes, yo no puedo forrar el jamón en papel transparente sin que me quedes arrugas, yo no puedo envolver en papel aluminio (sin que se me rompa) las latas del horno. Así que yo no soy precisamente santo de la devoción de Androulla.
Por otro lado soy muy lenta, yo trato de buscar una estrategia para ser más rápida, pienso en qué orden debo hacer las cosas, sin hacer mucho desorden, para que queden mejor hechas. El problema es que cuando termino de pensar ya no tengo tiempo, y me pasa lo mismo que en el periodismo, tengo buenas ideas pero nunca tengo el tiempo necesario para desarrollarlas.Ayer
Androulla no trabajó conmigo y mi compañero nepalí y yo terminamos de cerrar ‘la deli’ (así se le dicen a mi sección) sin derramar una gota de sudor. Claro, empezamos a cerrar una hora antes de lo que le gusta a Androulla y hicimos una trampitas pequeñas como barrer antes limpiar las mesas y mostradores (así después les caigan boronas al piso) o trapear con el trapero sin lavar.
Así me fui más tranquila para mi casa (el hostal) y hasta tuve tiempo de tomarme una cerveza, con la satisfacción del deber no cumplido pero el cuerpo un poquito más descansado.
lunes, 24 de mayo de 2010
Día uno
Hoy fue tal vez el día más caluroso del último año en Londres. La temperatura llegó a casi 30 grados y como los ingleses son tan montañeritos salieron como locos asolearse en los parques, como si ellos estuvieran hechos para eso, como si al final del día no fueran a quedar rojos como camarones, como si un diíta de sol al año fuera suficiente pa quitarse el hielo que llevan dentro. Bueno, la verdad es que hablo con envidia, porque claro, si yo no hubiera tenido que trabajar también me hubiera tirado en el Hyde Park o en algún parque de esos.
La mayor prueba de que era un día raro en Londres fue que cuando empecé a hacer camas en el hostal, muy a las nueve de la madrugada, todos los cuartos estaban vacios, cuando normalmente a las 12 todavía hay gente durmiendo. No estaba en el cuarto la francesa que está haciendo un doctorado en algo de psicólogía (que al parecer está muy nerviosa por un ensayo que tiene que hacer, porque tiene hojitas pegadas hablando sobre eso por todas partes), tampoco estaba el indio que estudió dirección de cine, ni la taiwanesa que estudia educación. Al único que desperté fue al señor de Hong Kong del segundo piso, que es matemático y trabaja calificando exámenes de una facultad de ingeniería.
domingo, 23 de mayo de 2010
Un experimento
Cuando trabajo mucho, me pasa que me siento miserable, especialmente porque el verano está empezando y la temperatura en Londres está rondando los 30 grados centígrados. Odio que todos vayan al parque mientras yo estoy sudando al lado de una docena de pollos rostizados.
Un experimento
Cuando trabajo mucho, me pasa que me siento miserable, especialmente porque el verano está empezando y la temperatura en Londres está rondando los 30 grados centígrados. Odio que todos vayan al parque mientras yo estoy sudando al lado de una docena de pollos rostizados.
También sucede que cuando escribo en este blog me dejo de sentir miserable y le encuentro mucho más sentido a todo lo que estoy viviendo, así que hoy escribo para comprometerme con el experimento de escribir todos y cada uno de los próximos tortuosos quince días. Trataré de escribir cosas interesantes en medio de la desgracia que significa trabajar mientras todos se divierten y justo cuando menos tiempo tengo. Así, que anticipadamente les pido disculpas por los errores que aparecerán, por los días en que me rayaré y escribiré que me quiero pegar un tiro, por los días en que no escribiré, y por los días en los que los aburriré o les haré perder el tiempo. Ojo pues, hoy por la noche empiezo.
lunes, 19 de abril de 2010
Mi nuevo trabajo
lunes, 22 de marzo de 2010
Diario de una cleaner
Pero no todas las manchas son iguales, hay una que se van desapareciendo con cada trapeada y otras que se despega todo el circulito completo, y en ese caso, en vez de trapearlas hay que barrerlas. Un día de estos, voy a hacer el experimento de cuánto tiempo toma que la salsa de tomate se ponga en ese estado. Me imagino que eso cambiará de una marca a otra. Bueno, y en eso también influye la temperatura de la cocina, porque hay unas que son más calientes que otras.
Hoy estuve charlando con dos colombianas. Las dos trabajan como niñeras, cuatro horas diarias, y aunque no están muy contentas con sus trabajos, están tranquilas de no tener que hacer cleaners. Una de ellas me dijo: “en Colombia nadie le dice a uno que esto es así de duro, todos dicen que aquí es súper fácil conseguir trabajo, que lo duró está es en Estados Unidos”. Me contó que una conocida suya que no hablaba ni jota de inglés le había dicho que había conseguido trabajo de cajera de Burger King, desde el primer mes que llegó aquí. “Y ahora que estoy aquí sé que eso es imposible”. “Es que los colombianos son muy creídos y ninguno va a llegar a contar que estuvo lavando baños, llegan a decir que en Londres uno se la gana de ojo. Yo trabajé seis meses como cleaner y había veces que me quería poner a llorar”. “Es que la situación está difícil. Nosotras tenemos una tía aquí que lleva mucho tiempo y nos dijo que cuando ella llegó no tenía que hacer limpiezas, que les salía ‘nanis’ por todas partes, en cambio ahora…”.
Mientras hablaba con ellas llegó Mario, el manager y yo me asusté, porque hoy había estado realmente lenta, pero él iba a mostrarle otra cosa a un trabajador del hostal, y de paso, me dijo que cuando limpiara las cocinas del primer piso, aspirara la más grande, la que tenía alfombra. ¡Más trabajo!
jueves, 18 de marzo de 2010
Chisme... chisme
La inesperada visita de la Policía respondió a una larga cadena de incidentes que se venían presentando en el hostal en los últimos días. La noche anterior, la mujer de origen indio, a la que nos referiremos con el nombre de Claudia, fue a bañarse a una de las duchas del tercer piso (pese a que vive en el segundo), que está justo en frente del cuarto de una mujer griega (a quién llamaremos Juliana) que vive con su anciana madre. Juliana le reclamó a Claudia por bañarse en las noches y no cerrar bien la llave del agua. Afirmó que ese ruido no la dejaba dormir. Al reclamo de Juliana le siguió un golpe en la cara de Claudia, al que Claudia respondió con tres más.
Antecedentes
Juliana, de unos 40 años de edad, tiene un largo historial de quejas injustificadas. Suele decirle al manager que el personal del ‘staff’ hurga entre sus cosas, algo que no tiene asidero porque ella siempre tiene en su puerta un letrero de “Do not disturb” y no permite que nadie cambie sus sábanas, limpie su lavamanos o aspire su cuarto. Ella se encarga de todo.
Aunque la policía trató de servir de mediadora en el conflicto, en el día de hoy la discusión entre Claudia y Juliana se repitió en la cocina del tercer piso, lo que hace pensar que está historia todavía no termina.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Mi trabajo en el pub
miércoles, 17 de febrero de 2010
El esquizofrénico
Lo único que me parecía malo de su hostal era que había un esquizofrénico. Ella nos contó que se había dado cuenta porque una vez se encontró en el suelo un tarrito con unas pastillas, y ella (que de boba no tiene un pelo) vio el nombre y se puso a averiguar qué tipo de medicamento era y resultó ser uno para la esquizofrenia. Entonces, Paca, después de saber eso, nunca pudo dormir en paz, siempre pensó que el dueño del tarrito la mataría por dejar la leche afuera de la nevera o empegotar de crema dental el lavamanos.
Pues sí señores y señoras, en mi hostal también tenemos un esquizofrénico, bueno, tal vez más, bueno, tal vez no es esquizofrénico, digamos que hay alguien de comportamiento extraño.
El primer día que yo trabajé en el hostal me tocó barrer y trapear las cocinas (son diez en total) y tuve una conversación con una muchacha muy alta (después escribiré sobre ella) que estaba cocinando algo. Yo le pregunté que de dónde era y ella me dijo que de Grecia, y yo le dije que yo era de Colombia y no más. Pero antes de irse me dijo: “si ves a un hombre viejo con una maleta, no le hables, no lo saludes, si te grita o te pega tú solo vete, vete y déjalo solo. Es peligroso, es esquizofrénico”. Bueno, pues como se imaginarán, como Paca, yo no tuve paz ese día, y en todo momento estuve esperando al hombre viejo de la maleta, pero no apareció.
No mucho tiempo después, yo estaba limpiando la cocina y sentí un golpe duro y seco. Brinqué del susto, y miré a la puerta. Ahí estaba él, con su maleta, y con un gorro de invierno. Asomó la cabeza, me miró y se fue. Después de eso me lo he encontrado muchas veces en esa cocina (es su sede de operaciones), en la sala de televisión, en el salón de estudio o sentado en las escaleras a la media noche.
Casi siempre está leyendo o escribiendo en una libreta. Cuando necesito limpiar la cocina yo le pido permiso y él me dice “haga su trabajo”, se queda un minuto más y se va. No soporta mi presencia por más de cinco minutos. Dos veces él ha llamado el ascensor y yo he estado adentro. Las dos veces él me ha mirado con desprecio y ha dejado que la puerta se cierre sin subirse.
Csabi, el housekeeper me dice que es inofensivo. “Una vez me dijo que él creía que la chica griega (la alta) trabajaba en la CIA ¿cómo le vas a tener miedo? él es súper nervioso no puede ver un celular porque se asusta”. Y bueno, puede que Csabi tenga razón, pero aun así ‘el esquizofrénico’ no deja de hacerme brincar con sus portazos.
Esta historia continuará…