jueves, 7 de octubre de 2010

Y explotó la bomba

Dice la ciencia que una bomba es una liberación de calor, presión o energía activada por una causa externa. Dice el sentido común que el cuerpo de un europeo sólo puede reaccionar con espasmos torpes y arrítmicos ante las vibraciones de una cumbia, un bullerengue o una champeta. El pasado jueves 15 de julio la ciencia se impuso sobre el sentido común en el teatro Hackney Empire, en el este de Londres, dónde la música de la banda colombiana Bomba Estéreo, hizo explotar ritmo, movimientos de cadera y sangre caliente en cuerpos que parecían anatómicamente negados para esto.

Obviamente la mitad del auditorio era latino y le dio indicios a la otra mitad de cómo era eso de “bailá y bailá”. Pero la reacción química la produjo la banda, recién llegada de China y después de pasar exitosamente por varios festivales europeos (esta semana se presentarán en Estados Unidos).

La bomba se demoró en explotar. Se empezó a calentar a las 8:10 p.m. con la brasilera Ceú, que con su zamba, bossa nova, dulce y electrónica, logró que el público la acompañara con las palmas y que uno que otro espectador se parara a bailar. Luego de más de una hora de concierto, la gente ya estaba entrando en calor, pese a que el escenario, de sillas numeradas, escalonadas y rodeado de palcos, no fuera el más indicado para un concierto de música latina.

Cumbia sicodélica

Los que ya conocían a Li, vocalista de Bomba, la esperaron de pie y con unas cuantas cervezas en la cabeza. Vestido púrpura, leggings verdes y botas blancas, la paisana de Carlos Vives empezó a cantar muy dentro de la onda suave de Seú. Confundió a sus seguidores, acostumbrados a verla con una flor en el pelo como una cantadora chocoana, o ‘rapeando’ como una neoyorkina.

Empezó más ‘electro’ que ‘cumbé’, pero eso fue sólo para calentar motores, para sulfurar cabezas europeas, a punta de ‘beats’ y distorsiones. Gritó ¡Colombia! y empezó lo bueno… calor, energía y presión explotaron en este teatro, construido en 1901 y en el que alguna vez se presentó Charles Chaplin. Muy pocos se resistieron a pararse, y aún así, desde su silla, con la cabeza, con las manos, con la sonrisa, respondieron a ‘aguasalá’, ‘cosita rica’, ‘Juana’ y otras canciones del álbum Estalla (Blow up), el segundo de la banda.

“Mitad del mar y mitad del río”, como dice la canción Raza (la tercera que cantaron y la que prendió la fiesta), Bomba Estéreo es un grupo de mezclas: su creador es Simón Mejía, blanco, bogotano, electrónico; y su cantante es Liliana Saumet, morena, costeña y tropical. Juntos han logrado mezclar ritmos del folclor afrocolombiano, como la cumbia, el bullerengue y la champeta, con sonidos electrónicos. El resultado es un ‘booooom’ que vibra con letras que hablan de cosas tan simples de la vida cotidiana del país, como tomarse una aguapanela helada o comerse una panelita de coco, y de otras más complejas como las mentiras de los políticos o la superficialidad de algunas ‘Niñas ricas’.

¿Y que sigue después de una explosión? Pues ‘Fuego’, la canción que por estos días no falta en ninguna discoteca de Colombia, que poco a poco se ha ido expandiendo a los rumbeaderos de latinomérica, y que, cómo quedó demostrado en Londres el pasado jueves, es capaz de derretir las células de hielo del más helado de los europeos.

Julio de 2010. Para Express News

No hay comentarios:

Publicar un comentario