sábado, 29 de mayo de 2010

Guerra de estrógenos

“Favor preparar y hornear estos vegetales”, escribió Androulla en una bolsa de papel, con letra grande, sobre una bandeja llena de ensalada de pimentones y berenjenas al finalizar la noche del lunes. A la vista de todos, en el horno, que es mostrador al mismo tiempo, dónde normalmente se exhiben los pollos, el cordero y las papas rostizadas.

Los vegetales ya estaba cocinados pero ella quiso dejar evidencia de eso que me dijo al poner al letrero. “¿Tú te los comerías? Esa mujer española no tiene ni idea de lo que es cocinar. ¿Tú qué piensas? Es que parecen crudos. Por eso no se vendieron. ¡Cómo ayer sí los vendimos todos” (los había preparado ella misma).

Androulla se refiere a Dina, una gallega, muy mayor, que ha trabajado en el supermercado por más de diez años. El martes, Dina respondería a la afrenta. “Es que ella es muy especial para todo, nada le parece que está bien hecho, pero ven te muestro los quesos que ella cuida”. Dina coge unos trozos de queso emmental suizo , carísimo como todo lo que se vende en este supermercado, cubiertos de moho.

La pelea se repite dos metros más al costado izquierdo de ‘la deli’. En la panadería, Suchilda, una tailandesa de 70 años, ha pedido a uno del os meseros del café que fotografíe con su celular unas tortas que Nina (una rusa súper mamacita de unos 25 años), una de sus colegas, dejó llenar de hongos. El mesero las tomó pero no ha querido entregar las fotos.

2 comentarios:

  1. waiting on the english version. ... hehe.

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  2. Waiting for more in any lenguage.... Tell us about your life in the last two months.

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